La pandemia de COVID-19 “ciertamente no ha terminado”, advirtió este domingo la Organización Mundial de la Salud (OMS), a pesar de la disminución de los casos comparado con los que había durante la ola impulsada por la variante ómicron.
Asimismo, el director general de la agencia sanitaria de la ONU, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo a los funcionarios reunidos en Ginebra para la apertura de la reunión anual de la OMS que:
“La disminución de las pruebas y la secuenciación significa que nos estamos cegando ante la evolución del virus”.
Por lo cual, Tedros advirtió que la sensación de normalidad puede hacer que el mundo “baje la guardia peligrosamente”, en un momento en el que muchos países han reducido los tests y ello impide conocer la verdadera incidencia de la enfermedad, que podría transmitirse más rápido y evolucionar a nuevas variantes más peligrosas.
Con respecto a los casos de viruela del mono, la OMS mencionó que hay que esperar que sigan apareciendo casos, una enfermedad que se ha detectado en los últimos 10 días en 12 países, pero cuyo foco y ruta de contagio todavía no ha podido establecerse.