Así, de esta manera, con esta frase hoy en México se ha colocado al narcotraficante por encima de integrantes del Ejército y ya no digamos de la posición de la que, a partir de estos dichos gana la delincuencia.
“En México cuidamos a las bandas criminales porque también tienen derechos, son seres humanos”, con esta frase dicha por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador se humilló a las fuerzas castrenses.
No solo bastó con ser sometidos por criminales, tras una persecución que los obligó a replegarse, sino que el mandatario federal dio la estocada final al pronunciar tales palabras.
“También cuidamos a los miembros de las bandas” ¿qué es eso? Son seres humanos que a diario actúan sin piedad, creando escenarios dantescos con matanzas que han cobrado la vida de personas inocentes; de niños, de mujeres…Ciudadanos que también merecen ser cuidados, pero que muchas veces solo se resumen a cifras en reportes delictivos.
Pero ¿porqué molesta la postura? Porque en Mexico, según información del Centro Nacional de Inteligencia (antes CISEN), en el país operan 49 organizaciones delictivas; ¿A todas se les protegerá?
De estas 49 células, dos tienen supremacía por su presencia territorial, estructura y operación internacional: el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel del Pacífico (o Cártel de Sinaloa, este último anotándose dos victorias ante el gobierno federal: el famoso “Culiacanazo”, donde el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ovidio Guzmán fue liberado, luego de la reacción de los criminales, quienes a base de amenazas y actos violetos doblegaron a la autoridad.
Y no, no se trata de responder con violencia; las más de 100 mil muertes ocurridas en este sexenio, nos llevan a no querer más enfrentamientos; lo que se necesita son estrategias efectivas, eliminar la doctrina de “abrazos, no balazos”, y hacer respetar las leyes para vivir en paz y seguros.
Hoy, a tres años del gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, no se han aplicado los recursos necesarios para atender las causas de raíz que impidan la integración de hombres, mujeres y hasta niños a las filas del crimen organizado.
Pero ese escenario dista mucho de ser una realidad con tales aseveramientos, que hoy nos dejan en claro que, al Ejército Mexicano, lo replegó el narco, pero quien lo humilló:
