AMLO, quiere negociar con el narco
Recientemente, la iglesia católica criticó la estrategia de seguridad dictada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el famoso “abrazos, no balazos”, fue calificada por el clero como una medida omisa y cómplice de los actos de barbarie que se han registrado, en los últimos tres años en el país.
Pero si todos pensábamos que todas las voces coincidentes en estos dichos harían que el presidente analizara y diera un giro a dicha política, no es así, y ahora pasamos de la petición de respetar los derechos humanos de los sicarios a incluirlos en los pactos para generar acciones de paz.
Fue desde la mañanera, donde el mandatario celebró el comunicado que emitió la Conferencia del Episcopado Mexicano y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús en la víspera, en la que convocan a que el próximo 10 de julio se celebre una Jornada de Oración por la Paz. Ahí, colegas reporteros le cuestionaron, si era consideraba viable incluir a los criminales en dichas reuniones, respondiendo que:
“Sí, estoy de acuerdo, también, porque son seres humanos“
─¿Negociar?
Ese es otro asunto, pero lo que ellos plantean, de que se debe tratar aun a estas personas como seres humanos y convocarlos a deponer su actitud, esto es muy importante porque es el perdón.
Hoy se habla mucho del perdón, pero no se acepta que estas posturas mantienen en la vulnerabilidad a todos los mexicanos; hoy resulta increíble que se vele más por los delincuentes que por aquellas familias que padecen la falta de uno de sus integrantes; de aquellas madres que siguen buscando a sus hijos, hijas; hoy se protege al criminal y se deja a su suerte a las 10 mujeres que son asesinadas al día; hoy incluso se pide otorgar el perdón a quienes nos arrebatan a niños, niñas, mujeres y hombres trabajadores.
Hoy así se nos pide estar a merced del narco, mientras se niega hasta el más mínimo cambio a una estrategia de seguridad fallida.
Y no, eh! no es que estemos a favor de guerras para combatir al crimen organizado, sino simplemente que se aplique la ley y no se dobleguen las autoridades.
Hay que recordar que las oraciones son instruidas por la iglesia, a los gobiernos les toca enfrentar y resolver la inseguridad.