Tras ser la última ciudad china en la que se registró un rebrote de casos COVID-19, se realizarán pruebas a todos los habitantes de Urumqi para detectar más contagios.
Esta ciudad del país asiático cuenta con más de 3.5 millones de personas, y aunque la semana pasada solo se detectaron 55 casos en el último rebrote, las autoridades han decidido tomar medidas estrictas como la suspensión del transporte y realizar test masivos.
Los ciudadanos que recientemente visitaron Urumqi tienen la orden de revelar su itinerario de viaje para que las autoridades decidan si los ponen en aislamiento obligatorio, pues ya se detectaron los primeros casos en otras ciudades de la misma región china.
Todas las pruebas que se planean aplicar son gratuitas, y se tiene por objetivo descubrir el origen de la transmisión comunitaria del virus.
Aún no se ha definido cuál fue la causa del rebrote, pero se cree que puede deberse a actividades en grupo.
Con información de EFE.