En una histórica decisión, el Congreso de la Ciudad de México aprobó la Ley Paola Buenrostro, estableciendo el transfeminicidio como un delito específico.
La nueva ley prevé castigos severos para los responsables de transfeminicidios, con penas que oscilan entre los 35 y 70 años de prisión. Esta medida busca brindar justicia y protección a las mujeres trans, reconociendo la gravedad de los crímenes motivados por transmisoginia.
La ley lleva el nombre de Paola Buenrostro, una mujer trans originaria de Campeche que fue víctima de transfeminicidio en 2016. Paola, quien trabajaba como trabajadora sexual en la Ciudad de México, fue asesinada el 30 de septiembre de ese año. Su agresor, Arturo Felipe D. O., la contrató y luego le disparó a quemarropa al descubrir que era trans.
Varias compañeras de Paola presenciaron el brutal ataque y lograron retener al agresor hasta la llegada de las autoridades. Sin embargo, en un giro inesperado y controversial, Arturo Felipe D. O. fue liberado 48 horas después por falta de pruebas concluyentes para su detención.
La legislación aprobada con 47 votos a favor, tres en contra y cero abstenciones, es un paso significativo en la lucha por los derechos de las personas trans en México.