Con el objetivo de reprimir el consumo de alcohol, tabaco, bebidas azucaradas y comida chatarra en general, la Secretaría de Salud puso sobre la mesa la posibilidad de actualizar los impuestos a estos alimentos que “no aportan a la salud”.
Al aplicar esta medida también se planea recaudar mil 240 millones de pesos para fortalecer el servicio de salud a la población.
Aunque el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, confirmó que no subirían los impuestos, el subsecretario de Prevención y promoción de la Salud, Hugo López-Gattel, dijo que los establecidos a estos productos no son nuevos, y se deben actualizar, pues la inflación ha superado su precio real en el mercado.
El subsecretario recalcó que a estas medidas se les conoce como “impuestos saludables”, pues buscan disminuir el consumo de alimentos que resultan perjudiciales a la salud.