Conocido como “El rey del corrido” o “Chalino” Sánchez, Rosalino Sánchez Félix fue un cantante y compositor mexicano de corridos y rancheras, nacido en Sinaloa, el 30 de agosto de 1960. Con nueve hermanos y un padre que falleció cuando era tan solo un niño, su familia padecía grandes carencias económicas, y decidió probar suerte en Estados Unidos, yéndose “de mojado”. Años después, encontraron a uno de sus hermanos sin vida en un hotel, supuestamente por “andar en malos pasos”, evento que marcaría profundamente al cantante, quien comenzó a escribir y cantar acerca de tragedias populares, traficantes de sustancias y las mieles del amor.
Dado que Chalino desbordaba talento, no pasó mucho tiempo hasta que conoció a Ángel Parra, dueño de Estudios San Ángel, y ahí comenzó a grabar su primer demo con un grupo norteño llamado Los Cuatro de la Frontera. En este demo, había algunos corridos como “El sapo”, “Beto López”, “Los sinaloenses” y “Armando Sánchez”, este último dedicado a la memoria de su hermano fallecido. Rápidamente, comenzó a ganar popularidad en California, realizando múltiples conciertos en lugares famosos de la época y firmando contratos con varios sellos discográficos, hasta que un día sufrió un ataque con arma de fuego en una presentación en el bar Plaza Los Arcos. A pesar de recibir dos tiros a corta distancia, sobrevivió, pero una persona de la audiencia falleció, y ocho más resultaron heridas. Este suceso lo catapultó a la fama tanto en su país natal como en los Estados Unidos.
Tan solo cuatro meses después, a mitad de concierto en el Salón Bugambilias, en Culiacán, Sinaloa, recibió una nota que amenazaba su vida; sin embargo, continuó cantando su famosa canción “Alma enamorada”, aunque la verdad sea dicha: el miedo podía verse en sus ojos. Al acabar el concierto, avisó a su personal acerca de la carta, por lo cual fue aislado a una residencia segura. Fue en la mañana del día siguiente, a las seis de la mañana para ser más precisos, que Chalino, mientras viajaba por las calles de Culiacán, fue interceptado por personas vestidas de policías federales. Poco tiempo después, su cuerpo fue encontrado con dos heridas de bala en la cabeza. El “rey del corrido” fue enterrado a la corta edad de 32 años en el Panteón Los Vasitos, en la misma ciudad en la que falleció.
En tan solo unos años, Rosalino Sánchez Félix logró convertirse en una de las personas más reconocidas no solo en México, su país natal, sino también en Estados Unidos, logrando que dos culturas, dos países con características diferentes, lograran verse reflejadas en sus letras y en sus pensamientos. El 16 de mayo de 1992, Chalino dejó este mundo, pero su leyenda aún queda viva a través de su música y su legado, con películas y series contándonos los glamoures y las penitencias que padeció. Grande, Chalino.
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