Lamentablemente algunas personas creen que la problemática ambiental generada por los seres humanos, es una broma, y por eso ocurren situaciones como la que acecha al estado de Yucatán, donde se concentra la mayor población del jaguar en el país.
¿Qué ocurre? La tala clandestina que existe en comunidades como Calakmul en la Península del sur de México, amenaza potencialmente el desarrollo de estos animales, donde no solo habita, también viven sus presas. La situación se repite en las selvas de Quintana Roo y Campeche.
La agricultura mecanizada y el desarrollo de proyectos inmobiliarios gigantescos son las principales causas de deforestación, sumado a los incendios forestales que se salen de control por la incapacidad de las autoridades. Las estadísticas indican que del 2001 al 2017 se perdieron más de 40 mil hectáreas de selva ¡por año!
Aunque la población del jaguar ha crecido un 20 % en los últimos 10 años, sumando 4 mil 800 ejemplares aproximadamente, resulta de importancia la conservación de su hábitat pues se trata de la segunda reserva más grande que existe en Latinoamérica.
Expertos dedicados a la conservación del jaguar plantearon objetivos tangibles para la agenda 2030, entre los que destacan un alto total a la deforestación y a la extinción de especies en México, además de la protección total de las áreas naturales protegidas para que sumen un 17 % del territorio nacional.