El Gobierno de la Ciudad de México implementó como una estrategia fallida para combatir la violencia en la marcha del 2 de octubre, un “Cinturón de Paz”, donde participaron cerca de 12 mil funcionarios de diferentes dependencias; sin embargo, en este error el gobierno invirtió cerca de 960 mil pesos.
De acuerdo con información de El Universal, se compraron un total de 20 mil playeras para que los integrantes del proyecto se identificaran, pero cada una costó 48 pesos, sumando una cifra que se acerca al millón de pesos.
A la marcha pacífica asistieron cerca de 10 mil personas, quienes al final optaron por quitarse las playeras blancas porque estaban siendo atacados por los encapuchados.
Como una supuesta forma de salvaguardar la integridad del “cinturón de paz”, dos mil 500 policías resguardaron a los manifestantes de blanco, pero en ningún intervinieron para detener a los atacantes.