Los rayos del sol parecen ser más intensos cada día y con ello la sensación de ardor en la piel, ya que según especialistas los rayos ultravioletas atraviesan este órgano tan vital que podría causarle daños a largo plazo aunque no te des cuenta pues los síntomas suelen pasar inadvertidos.
De acuerdo a Mauro Valdés Barrón, coordinador de la sección de Radiación de la UNAM refiere que la piel protege al cuerpo humano en un cien por ciento de los rayos ultravioletas, pero ésta protección tiene un límite; con la exposición prolongada a la luz del sol las células denominadas queratinocitos puede romperse.
Comienzan a aparecer en la piel sustancias oxidantes que causan afección al ADN de las células, cuando el daño está hecho la piel mostrará enrojecimiento, arrugas o inflamación en la piel.
Los expertos emiten algunas recomendaciones como el uso de protector solar, usar sombrero, lentes u objetos que protejan del sol, blusas o camisas de manga larga de preferencia color blancas, y permanecer en la sombra.
Por último, pidieron no creer en “mitos” como el bronceado saludable, o que el sol no afecta la piel, ya que las consecuencias pueden ser fatales como el cáncer de piel.