Para muchas mamás, este 10 de mayo está lleno de alegría y mucho amor, conviven con su familia, reciben regalos y van a comer en familia. Pero la historia es diferente para la señora Alma Grisela Nieto, hoy no hay regalos ni festejo. Hoy solo queda el recuerdo de la persona a la que más ha amado en su vida, en pleno Día de las Madres.
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Diego Armando Nieto, hijo de Alma, no llegará esta tarde con flores ni con chocolates, es más… no llegará. Con este ya son doce años que el 10 de mayo para su mamá perdió sentido, hace doce años no sabe nada de él.
Con lágrimas en los ojos, un pastel, globos y flores amarillas, la señora Alma se dio cita en la Plaza de Armas de Cuernavaca, porque hoy no solo se celebra el Día de las Madres, como si se tratara de una broma cruel de la vida, hoy su hijo cumpliría 40 años.
La esperanza es lo último que se pierde, dice la triste madre de Diego; a pesar de que son más de 10 años sin saber nada de su hijo, ella no pierde la ilusión de volver a verlo, de volver a festejar su cumpleaños y abrazarlo, darle todos los abrazos que tiene guardados desde la última vez que lo vio.
Este Día de las Madres, al ritmo del mariachi, entonando “Amor eterno” de Juan Gabriel festejó el cumpleaños de Diego, sin importar que él esté ausente, porque dice que él siempre vivirá en su corazón.
Hoy ella levanta la voz por todas esas madres que no tienen un motivo para festejar, que este día solo recuerdan que les falta una parte de su corazón, pide a las autoridades procurar la justicia y atender los miles de casos que, como el de Diego, están sin resolver.
Alma llegará a su casa, no habrá felicidad, no hay forma de celebrar un 10 de mayo sin un hijo, no hay forma de sonreír cuando desde hace doce años el motivo de su felicidad no está para decirle “Feliz día, mamá”. Así es su Día de las Madres.
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