Fue en enero del 2020 cuando la “masacre de Turrón” tomó lugar en Panamá. Siete miembros de una secta religiosa llamada “Nueva Luz de Dios” asesinó a una mujer embarazada junto con 6 de sus hijos.
Los reportes indican que entre esa secta, además de la persona que los instruía, se encontraban el abuelo y otros familiares de los niños asesinados.
El “sacrificio” que llevaron a cabo fue para “sacarle el demonio” a los infantes y a la madre. Con biblias, machetes y palos fueron golpeados brutalmente por los miembros de la secta hasta acabar con la vida de las víctimas. Después fueron arrojados a una fosa clandestina, donde fueron encontrados por las autoridades tras un reporte de desaparición que emitió el padre de los infantes.
Hasta el momento dos miembros han sido sentenciados a 47 años de prisión. Los otros cinco implicados tendrán su audiencia de lectura de sentencia el próximo 3 de diciembre.