En respuesta a los peligros para la población ante la próxima llegada del huracán Beryl, el Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos han puesto en marcha el Plan DNIII-E, mientras que la Guardia Nacional activa el Plan GN-A.
Hasta esta noche, un total de 8,601 elementos se han desplegado en la Península de Yucatán. Estas medidas buscan proporcionar apoyo y protección a la población ante el impacto del fenómeno meteorológico.
Con el apoyo de 1,296 vehículos, 7 plantas purificadoras de agua y 2 cocinas comunitarias, las fuerzas armadas están preparadas para ofrecer asistencia inmediata. Además, se han movilizado 5,000 despensas y 34,500 litros de agua, listos para ser distribuidos entre los afectados.
Simultáneamente, en la Ciudad de México, se han preparado contingentes para reforzar las acciones de ayuda. Una reserva estratégica compuesta por 1,334 integrantes de la Fuerza de Apoyo en Casos de Desastre y del Batallón de Atención a Emergencias, así como 206 agentes de la Unidad de Apoyo en Situación de Emergencias de la Guardia Nacional, está en alerta.
Estos equipos cuentan con 8 aeronaves, 20 unidades de maquinaria pesada, 15,000 despensas y 123,000 litros de agua embotellada. Estas unidades están listas para ser desplegadas según se requiera, asegurando una respuesta rápida a cualquier emergencia que pueda surgir en la capital o áreas circundantes.
En preparación para posibles daños en la infraestructura, el Agrupamiento de Ingenieros Felipe Ángeles ha destinado 245 vehículos de carga, 90 unidades de maquinaria pesada y 31 martillos hidráulicos. Estos recursos están listos para ser utilizados en la liberación de vías de comunicación que puedan verse afectadas por el huracán.
Las autoridades han hecho un llamado a la población para que se mantenga informada y siga las recomendaciones de protección civil.
