El asesino de Cumbres: La trágica historia de Diego Santoy

Hace 17 años, en la tranquila ciudad de Monterrey, Nuevo León, un joven llamado Diego Santoy Riveroll, quien alguna vez fue conductor de un programa de televisión en Tamaulipas, pasó a ser conocido como "El asesino de Cumbres" tras un trágico suceso precisamente en la colonia Cumbres en Monterrey, una de las zonas más exclusivas del estado.

Fue un 2 de marzo de 2006 cuando la vida de Diego Santoy dio un giro inimaginable. Esa noche, Diego llegó a la casa de su ex novia, Erika Peña Coss, meses atrás su relación había llegado a su fin.

Según relata Diego, Erika le había mandado un mensaje para verse esa noche y pasarla juntos en su habitación mientras todos dormían, sin embargo, aquella noche de ensueño terminaría en una trágica pesadilla.

Foto: El Comercio

Teresa Coss y León, madre de Erika, había ganado popularidad como astróloga en la televisión de Monterrey y no se encontraba en casa debido a que había tenido que salir de la ciudad por cuestiones laborales.

Su padre, Gonzalo Peña Tamez, también astrólogo, tenía planeado asistir a un concierto esa noche junto con su hijo Erick Azur. Sin embargo, Erick no pudo asistir porque su padre no le envió el boleto.

Esa noche, Diego Santoy entró a la casa. Iba vestido de negro y con guantes de látex (sí, un detalle que parece no tener sentido hasta este momento). Posteriormente, se encontró con Erika; algo desencadenaría una discusión.

Entre gritos, los dos hermanos pequeños de Erika, María Fernanda, de tres años, y Erick Azur, de siete años, despertaron y salieron de sus habitaciones para ver qué sucedía.

La escena estaría por volverse realmente aterradora cuando Diego, en un arrebato de cólera, atacó a los niños. Primero, tomó un cuchillo y, sin piedad, asesinó a sangre fría al pequeño Erick Azur.

La empleada doméstica de la familia, Catalina Bautista, intentó socorrer al niño al escuchar ruidos y darse cuenta de lo sucedido, pero en su noble intento, Catalina fue brutalmente golpeada y amordazada por Diego, quien la encerró en un baño para poder continuar su ataque contra Erika y su hermana de tres años.

Como si de una película de terror se tratara, la escena que se avecinaba era aún más espeluznante: Diego tenía en sus manos a María Fernanda de tres años, la llevó hasta una ventana y la ahorcó utilizando la cuerda del cortinero.

Cuando Diego Santoy terminó con la pequeña, continuó con Erika, quien sufrió lesiones en varias partes de su cuerpo y, milagrosamente, sobrevivió al intento de degollamiento por parte de su ex pareja. Mientras tanto, la hermana mayor de Erika, Azura, permaneció en su cuarto ajena a los horrores que ocurrían en la casa.

Foto: Telediario

Tras cometer estos espantosos actos, Diego escapó de la residencia, secuestrando a la trabajadora doméstica, a quien encerró en el maletero de un automóvil para, más tarde, liberarla.

Después de lo sucedido, buscó la ayuda de su hermano, Mauricio Santoy, a quien le confesó los terribles crímenes. Juntos emprendieron la huida a la Central Camionera de Monterrey, donde abordaron un camión.

La única sobreviviente de la masacre, Erika, pudo relatar los hechos a las autoridades, lo que desencadenó una intensa búsqueda de Santoy Riveroll. Cinco días después, Diego fue encontrado en Oaxaca, intentando escapar a Guatemala.

En una primera versión de los hechos, Diego Santoy declaró que su ex novia también era responsable de la muerte de los niños. Afirmó que ella había matado a sus hermanitos porque los odiaba.

Además, dijo que él solo le ayudó a asesinarlos, ya que Erika lo había presionado para cometer el crimen, aludiendo a una falta de amor hacia ella. Asumió en un primer momento la responsabilidad por el doble homicidio de los menores. Sin embargo, el caso tomó un giro inesperado cuando Diego Santoy intentó culpar a Erika por los asesinatos.

“Yo estoy dispuesto a pagar por lo mío, pero por lo tuyo no”, le dijo Diego a Erika en un careo ante lo que ella respondió: “Mis manos están limpias, al igual que mi alma”.

Después, volvió a modificar su testimonio, señalando que se había involucrado sentimentalmente con su suegra, lo que había ocasionado un ataque de ira en Erika, mismo que la llevaría a matar a sus hermanos.

Diego Santoy Riveroll fue asesorado por la abogada Silvia Raquenel Villanueva, pero lamentablemente fue asesinada en 2009. A partir de ese momento, Diego cambió su versión de los hechos y afirmó que Erika le había pedido que la golpeara en la cabeza con un martillo.

Foto: Zona Franca

Inicialmente, Diego fue condenado a 138 años de prisión, sin embargo, su defensa apeló y logró una reducción a 71 años. La ley estipula que no puede permanecer más de 40 años en prisión, por lo que eventualmente será liberado como adulto mayor.

La vida de Diego Santoy Riveroll en prisión ha sido impactante. A pesar de lo escalofriante del caso, llegó a tener un grupo de admiradoras y se casó con la presidenta de uno de los grupos, con quien además tuvo un hijo.

Hoy, Diego Santoy Riveroll permanece en el penal de Cadereyta y su defensa continúa buscando reducir su condena, argumentando que Erika Peña fue cómplice de los asesinatos, aunque esto no ha sido probado.

Erika Peña Coss, por su parte, dejó el país después de los trágicos sucesos y se casó en 2014 en San Miguel de Allende, Guanajuato. La casa donde ocurrió "El asesino de Cumbres" fue vendida y demolida por los nuevos propietarios.


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