Ricardo Sheffield, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), informó que la semana pasada se encontraron una trampa conocida como “gusanos” en bombas despachadoras de gasolina, lo que permite dar menos litros a los consumidores.
Además, en una gasolinera de Durango, se encontró otra trampa conocida como rastrillo, el cual manipula digitalmente las cifras marcadas en las máquinas despachadoras.
Tan solo del 16 al 22 de enero se recibieron 388 denuncias, además de localizar cuatro mil 318 mangueras y bombas verificadas, de la cuales 30 fueron inmovilizadas.
A pesar de ello, Shiffiel asegura que solo se han encontrado irregularidades en el 20 % de las bombas a nivel nacional, donde se han encontrado estos “rastrillos”, “gusanos” y “diablitos”; mientras que el 80 % despacha adecuadamente.
El funcionario señaló que anteriormente no se detectaban estas trampas porque cuando se hacía la verificación, no se volteaba la tarjeta madre de la bomba, y ahora sí se hace para verificar que el modelo sea similar al aprobado.
El procurador federal invitó a la población a seguir haciendo su denuncia para que las autoridades verifiquen las estaciones de servicio.