Carlos López, sacerdote sentenciando a 63 años de prisión por pederastia, murió víctima del COVID-19 la mañana de ayer. Se encontraba privado de su libertad en el Reclusorio Sur de la Ciudad de México.
Debido a sus antecedentes de diabetes, el sacerdote de 73 años de edad tuvo que ser internado en la Torre Médica de Tetepan, en la Ciudad de México al presentar dificultad para respirar.
Ahí fue intubado y diagnosticado con coronavirus. Momentos más tarde perdió la vida.
De acuerdo con información de Excélsior, el abogado confirmó el deceso del acusado y aseguró que se contagio por el mal manejo al interior de los centros penitenciarios de la crisis sanitaria.
El deceso fue confirmado a la familia por el personal de Trabajo Social del reclusorio.
Con información de Excélsior.