A un hombre de 30 años de edad se le hizo fácil ingerir un estimulante sexual para toros minutos antes de tener un encuentro con una mujer de la misma edad, pero en vez de ayudarlo lo mandó al hospital después de permanecer con una erección por 3 días.
Los hechos ocurrieron en Reynosa, Tamaulipas, donde el sujeto tuvo que ser intervenido de emergencia ya que no solo su pene se encontraba en riesgo, sino su salud, pues no se le ocurrió que las pastillas no son aptas para el consumo humano.
Los médicos del Hospital de Especialidades 270 del Instituto Mexicano del Segiuro Social (IMSS) de aquella ciudad confirmaron que el hombre había comprado las pastillas en Veracruz, las cuáles son utilizadas para vigorizar a los toros y lograr su crianza por inseminación artificial.
Hasta el momento se desconoce su identidad y estado de salud.