Tras creer que resultarían intoxicados por los trabajos de sanitización y que “vendrían más muertes”, los habitantes de San Antonio de la Cal, en Oaxaca, retuvieron a cerca de 10 brigadistas y trabajadores del municipio que desinfectaban las calles.
El rumor de que “ese líquido es muy tóxico” y que los contagios de COVID-19 aumentarían en el municipio, alertó a los pobladores, por lo que abordaron al personal de Salud y los encerraron en el Palacio Municipal.
Antonio Vásquez, alcalde de San Antonio de la Cal, trató de intervenir para generar un diálogo con los inconformes; sin embargo, a pesar de la explicación que dieron los brigadistas sobre el contenido del líquido sanitizante, los habitantes no quedaron satisfechos y por eso los mantuvieron retenidos.
De acuerdo con videos difundidos en redes sociales y testigos, algunas personas decidieron cerrar los accesos al municipio, mientras que la multitud se mantenía afuera del Palacio que resultó con actos de vandalismo.
Tuvieron que llegar elementos de la Policía estatal para dispersar a los inconformes y rescatar a los trabajadores que, según con su testimonio, les llegaron a lanzar bombas con gas pimienta.
“Se expandió una mala información y se creó una confusión. Ahorita ya se suspendió esta actividad. Pensaban que se iba a hacer una fumigación, que es muy diferente a una sanitización; el cloro ya se trasladó fuera del domicilio”, declaró el síndico municipal, Nestor Antonio.
Con información de Noticieros Televisa.
