Hace unas semanas registró un ataque contra una lechuza en una comunidad de Yucatán, y lamentablemente las agresiones han incrementado en los últimos días, principalmente en las zonas rurales donde creen que son de “mal agüero”.
En Timucuy un grupo de jóvenes denunció que algunos pobladores apedrearon a una lechuza campanario para buscar “protegerse del mal” por creer que “anuncia la muerte”. En esa ocasión lograron rescatar el ave con vida, pero murió días después por las lesiones.
Ahora la asociación civil Proyecto Santa María denunció en su cuenta de Facebook que otra lechuza fue rescatada desorientada por un habitante de la comunidad de Bokobá mientras caminaba por un campo de béisbol.
“Nos trasladamos a este municipio previo al reporte de las autoridades ambientales, para auxiliar al ejemplar, pero al llegar nos encontramos con que acababa de fallecer sin causa aparente”, reportó el grupo ambientalista.
También la comisaría de Tinum reportó que rescataron a un tecolote abajeño quien resultó lastimado tras un ataque a pedradas.
A raíz de la pandemia y la crisis nerviosa que provoca en algunas comunidades, los ataques incrementan pues las ideologías populares antiguas catalogan a estas aves como de “mala suerte”.
Con información de El Universal.