Culiacán, Sinaloa, vivió una tarde de caos estejueves tras desatarse bloqueos, tiroteos y la quema de vehículos en diversos puntos de la ciudad.
Los hechos, según información no oficial, fueron desencadenados por la presunta detención de Iván Archivaldo Guzmán, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán, lo que provocó la violenta reacción del Cártel de Sinaloa, específicamente del grupo conocido como "Los Chapitos."
Videos que comenzaron a circular en redes sociales muestran enfrentamientos entre civiles armados y elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional al norte de Culiacán.
Además, se reportaron bloqueos en la sindicatura de Costa Rica y en la zona de Limón de los Ramos, donde varios vehículos resultaron dañados por artefactos conocidos como "ponchallantas."
En respuesta a la situación, el alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, emitió un llamado urgente a la población para que evite salir de sus hogares.
Mientras tanto, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) intentó tranquilizar a los ciudadanos, afirmando que las fuerzas de seguridad federales están controlando la situación y que no se trata de un nuevo "Culiacanazo."
"No es un nuevo Culiacanazo"
El secretario de Seguridad Pública del Estado, Cristóbal Castañeda Camarillo, en declaraciones a un medio local, enfatizó que, aunque la situación es grave, no alcanza la magnitud de eventos pasados.
"No podemos hablar de un nuevo Culiacanazo. Sí, hubo una agresión y hay un despliegue permanente, pero no es una situación de esa naturaleza," aseguró.
A pesar de los incidentes, Castañeda Camarillo indicó que no es necesario suspender clases en las instituciones educativas, ya que las autoridades están trabajando para controlar los focos de violencia y restablecer el orden.
Las autoridades continúan recabando información sobre los hechos y piden a la población mantenerse informada a través de los canales oficiales, mientras el operativo de seguridad sigue en marcha.
