Durante la audiencia inicial, celebrada este jueves en la corte federal del distrito sur de Manhattan, el rapero se declaró no culpable de los cargos de crimen organizado, tráfico sexual y trata de personas.
Durante el arresto, las autoridades confiscaron el teléfono celular de Combs y otros dispositivos electrónicos en su habitación de hotel.
Esto se suma a 96 dispositivos que ya habían sido incautados en marzo en sus residencias en Los Ángeles y Miami, y otros nueve encontrados en un aeropuerto privado en Florida, con los que las autoridades buscan comprobar la responsabilidad del rapero en los crímenes.
Los abogados del rapero presentaron una moción esta semana, alegando que el gobierno filtró un video del año 2016, donde supuestamente Combs golpea a su exnovia, la cantante de R&B Cassie. Según la defensa, la filtración ha generado una cobertura mediática que podría influir en el jurado y comprometer su derecho a un juicio justo.
Sin embargo, la Fiscal Federal Adjunta Emily Johnson rechazó estas acusaciones, afirmando que las filtraciones no provienen del equipo de la fiscalía.
El juicio por el caso de tráfico sexual en el que está involucrado el magnate del hip hop Sean “Diddy” Combs ha sido programado para el 5 de mayo de 2025.
El juicio se centrará en las acusaciones de que Combs, de 54 años, coaccionó y abusó de mujeres durante años, con la supuesta ayuda de una red de colaboradores que facilitaban la violencia y el chantaje.