Durante su tradicional conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que la explosión de Tlahuelilpan es lo más difícil y lamentable que se ha vivido en esta administración; su gabinete presentó los resultados que dejó la tragedia a casi un año.
Fue la subsecretaria de Desarrollo Democrática, Participación Social y Asuntos Religiosos, Diana Alvarez Maury, quien señaló que la explosión dejó como resultado 69 personas que fallecieron en el lugar, algunas quedaron hechas cenizas debido a la magnitud del fuego; 68 murieron en el hospital y 13 fueron dadas de alta.
Ante ello, se ofreció terapia, apoyo funerario, apoyo para ampliación del panteón y apoyo humanitario a los habitantes de aquel municipio, en el estado de Hidalgo.
¿Qué ha pasado a un año de la tragedia?
La vida de varias familias se transformó completamente, pues se detectaron varios puntos de cambio en el ámbito social y económico; por ejemplo: orfandad, amas de casa que se convirtieron en jefas de familia y tuvieron que buscar un empleo o adultos mayores que eran dependientes de sus hijos y ahora se quedaron a cargo de los nietos.
Las autoridades informaron que se construirá un monumento en memoria de las víctimas, y que el día de mañana 18 de enero, justo en el aniversario de la tragedia, se reunirán con las sus familiares para una ceremonia y para también dar seguimiento a las necesidades que han surgido en el municipio después de la tragedia.
Por su parte, el titular de la Coordinación de Protección Civil, David León Romero, informó que a lo largo del año 2019 fueron cerca de 80 robos de gas o combustible los que pusieron en mayor riesgo a la población, y algunos de estos actos se detectaron en Tlahuelilpan, a pesar de la tragedia.
León Romero aseguro que la mejor forma de combatir el huachicoleo es no participar en este tipo de prácticas, no comprar, ni vender combustible robado, hacer una denuncia de inmediato y salvaguardar nuestra integridad.
Así fue como las risas y “diversión” de los casi 800 pobladores que se encontraban esa tarde robando combustible de una fuga, terminaron en gritos, lágrimas y desesperación cuando el fuego les cambió la vida por completo.
Se habla de que cerca de 194 niños quedaron huérfanos; además los pobladores pidieron clausurar un canal de agua que pasaba por el terreno, porque temían que se llevara las cenizas de sus difuntos, pues muchos de ellos quedaron hechos polvo.
Ante ello López Obrador dijo que “los que perdieron la vida llevan a cabo actividades ilícitas porque buscan sobrevivir y llevar un dinero a casa, pero nada de esto debe prevalecer”.