Las intensas lluvias que se registran en el centro de México de junio a septiembre, no solo dejan bello paisajes, inundaciones y un clima más fresco, sino también traen consigo las llamadas “Hormigas de San Juan” o Chicatanas, las cuales sin duda en algún momento las has visto, o incluso, comido en salsa o con limón y sal.
Estas hormigas las podemos ver en Morelos, pero son muy famosas en el estado de Oaxaca, donde se comercializan hasta en mil pesos el kilogramo.
Se dice que lo más tradicional es cocinarlas en una salsa de molcajete y hacerlas en una tortilla hecha a mano con un poco de limón y sal, o un pedazo de queso.
Estos insectos son los machos y hembras vírgenes del nido y durante el año se preparan para que cuando llegue la época lluviosa puedan salir a buscar su propia pareja y así construir su nido.
Si están cerca de zonas pobladas, son atraídas por las luces porque su sentido de orientación se descontrola y al no estar acostumbradas a las luces, comienzan a dar vueltas sobre las mismas, se cansan, caen y se mueren.
Expertos piden a la población no matar a estos animales, que lo máximo que pueden llegar a hacerte es un piquete de hormiga, no más.
Tampoco es recomendable ponerlas a pelear entre ellas.También en Colombia
Estas hormigas no solamente se consumen en México, sino en Colombia también, aunque allá se les conoce como Tzizim, o bajo otros nombres como: sontetas, cuatalatas, cachorras, tepeoani, zompope, etcétera.
Significan “muerte”
Creencias mixtecas indican que en caso de encontrar estas hormigas bajo un metate o fogón, es señal de que la muerta está rondando a la familia, y más si existe un hormiguero dentro del hogar.
Beneficios
Según expertos, comer hormigas de San Juan tiene muchos
beneficios para la salud,ya que aportan vitaminas A y E, no contienen colesterol y sus
ácidos grasos son mínimos.