En China, una mamá de 36 años de edad se enojó demasiado porque su hijo, que cursa tercer grado de primaria, no podía resolver su tarea de matemáticas; fue tanto su coraje que le dio un infarto.
“Me dieron ganas de explotar”, relató Wang a los medios de comunicación locales después de ser atendida por un infarto al miocardio en un hospital de la localidad. Los médicos le dijeron que de no haber llegado a tiempo, podría haber muerto al instante.
De acuerdo con lo narrado por la joven madre, estaba en su casa explicándole a su hijo cómo resolver correctamente sus problemas de matemáticas, pero al ver que no podía con operaciones sencillas, comenzó a enojarse mucho, hasta que le dolió muy fuerte el pecho y su respiración se complicó, por lo que llamó a su esposo.
El caso se hizo tan famoso que la televisión china fue a documentarlo: