Gracias a la tecnología se pudo constatar que Spay, un perro pitbull que cayó al socavón de Puebla, está “vivito y coleando”; este hoyo presenta una altura de más de 10 metros, por lo que su familia lo dio por muerto, ya que es difícil sobrevivir a un golpe desde tanta altura.
Además de constatar que el can sigue con vida, se pudo observar que está acompañado de otro canino, a quien se ha identificado como Spike.
Ambos se mantienen en una zona seca del socavón y se observa que están en buen estado de salud, ya que caminan por la zona sin mayor complicación.
Tras el alegre suceso, ahora comienza la cuenta regresiva para lograr rescatar a ambos animales con bien, lo que ha generado un debate entre quienes están atentos al caso:
¿Vale lo mismo una vida humana que la de un animal?
Esta pregunta surge después de que cientos de personas exijan que un rescatista baje por las laderas del socavón para sacar a los perritos, sin embargo, otros más indican que sería poner en riesgo la vida del bombero o elemento que sea mandado, ya que las paredes del hoyo son inestables y los derrumbes continúan sucediendo.
Otros más proponen que usando un helicóptero se rescate a los canes, pero esta idea ha sido descartada por autoridades de Protección Civil ya que utilizar este método es costoso y poco accesible por el lugar en que se encuentran.
Finalmente, la asociación animalista Unidad de Rescate y Soporte Vital Animal (URSVA) aseguró que sus elementos están dispuestos a correr el riesgo de bajar al socavón, pero necesitan autorización de la Coordinación de Protección Civil para hacerlo, ya que de suceder algún accidente con los rescatistas la responsabilidad recaería en el Gobierno.