Un caso más de pirotecnia y perritos terminó en una tragedia: “Magui”, una perrita raza boxer no soportó más el terror de las explosiones y murió en brazos de su dueño tras sufrir un infarto.
La historia sucedió en la comunidad de Esquel, Argentina, y se hizo viral en redes sociales después de que una señora decidiera publicar las fotografías de su hijo abrazando a la perrita de la familia quien, por su avanzada edad, ya no pudo soportar los estallidos de los fuegos artificiales, entró en pánico y sufrió un infarto.
La familia intentó llamar a cualquier veterinario, pero ninguno estaba disponible en ese momento, por lo que al ver la reacción de “Magui” no encontraban donde meterla para que no sufriera los estragos de las explosiones. Lamentablemente las acciones fueron en vano y su dueño decidió abrazarla todo el tiempo, hasta que finalmente se quedó dormida para siempre.
A través de la página de protectores de animales, ADAE, se difundió la noticia con el fin de que las personas entiendan la importancia de proteger a las mascotas y el riesgo que implica usar pirotecnia, no solo para los humanos, también para los animales.
La familia de Magui quedó desconsolada, y ahora buscan crear conciencia sobre este tipo de situaciones.