Han pasado 6 días desde que la empresa Grupo México derramó más de 3 mil litros de ácido sulfúrico al Mar de Cortés, al norte del país, por un error en sus instalaciones, y las consecuencias comienzan a hacerse presentes.
En las playas de Guaymas y San Carlos, en el estado de Sonora, tienen una ocupación hotelera del 100 % y es donde los turistas han logrado captar en videos y fotografías a varias especies muertas o que se encuentran agonizando a causa del desastre ecológico.
Torturas, lobos marinos, cientos de peces y moluscos, quedan a la deriva sin que hasta el momento se haya dado una explicación de lo acontecido, mucho menos una solución para intentar impactar en lo menos posible al ecosistema.
El domingo venció el plazo de tiempo que le dio la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente dio a Grupo México para presentar un informe con los hechos ocurridos, pero aún no hay respuesta.
La única manifestación existente es a través de las redes sociales, mientras esperamos una respuesta por parte de las autoridades.