La NASA ha generado gran expectación con el reciente análisis de una roca en Marte, estudiada por el rover Perseverance. Aunque la agencia espacial no afirma haber encontrado vida en el Planeta Rojo, los científicos están entusiasmados por el potencial de este hallazgo.
Este fragmento, denominado Cheyava Falls, podría contener microbios marcianos fosilizados, aunque los investigadores aclaran que aún no se han encontrado organismos fosilizados definitivos.
Kathryn Stack Morgan, científica adjunta del proyecto Perseverance, explicó que lo que se ha descubierto hasta ahora es una posible biofirma. Una biofirma es una estructura o característica en una roca que sugiere un posible origen biológico.
“Lo que estamos diciendo es que tenemos una posible biofirma en Marte”, detalló Morgan.
Cheyava Falls presenta rasgos que sugieren la presencia de antiguos microbios, cuando Marte era un planeta cálido y húmedo hace miles de millones de años. Este hallazgo se ha realizado en una zona que una vez fue un delta fluvial, un entorno propicio para la vida.
Kenneth Farley, científico del proyecto y profesor de geoquímica en el Instituto Tecnológico de California, describió la roca como la más prometedora recogida hasta el momento.
“Si esta roca pudiera ser traída a la Tierra, tiene el potencial de responder a la pregunta de si alguna vez existió vida en Marte”, comentó Farley.
El análisis de Perseverance reveló la presencia de compuestos orgánicos en la roca, que podrían ser los cimientos de la vida tal y como la conocemos. Además, se identificaron vetas de sulfato cálcico, indicios de agua líquida en el pasado, un componente esencial para la vida.
El rover también detectó pequeñas manchas blanquecinas con anillos negros, que podrían contener fosfato de hierro. Estas características aportan más datos sobre el antiguo entorno de Marte y su capacidad para albergar vida.