Una intensa campaña de limpieza liderada por el Ejército de Nepal ha culminado con la recolección de 11 toneladas de basura y la recuperación de cuatro cadáveres en el Everest y otras dos cumbres del país. La operación, que se extendió por casi dos meses, coincidió con el Día Mundial del Medioambiente.
El Ejército nepalí se propuso recoger 10 toneladas de desechos sólidos del Everest (8,848 metros), el Lhotse (8,516 metros) y el Nuptse (7,861 metros), además de recuperar los cuerpos sin vida de cinco personas que fallecieron en el Everest. Al finalizar la campaña, los militares superaron su objetivo, recolectando un total de 11 toneladas de basura y recuperando cuatro cadáveres y un esqueleto humano.
“De las 11 toneladas de basura recolectada, 2.22 toneladas eran biodegradables y 8.77 toneladas eran residuos no biodegradables,” detalló el general de brigada Sanjaya Deuja, director de la campaña, en declaraciones a EFE.
Esta es la quinta edición de la campaña de limpieza organizada por el Ejército nepalí, que ha sido un esfuerzo continuo desde 2019. En total, se han retirado 19 toneladas de desechos, 14 cadáveres y algunos esqueletos humanos de las montañas. El Ejército ha destacado la importancia de este esfuerzo para reducir la contaminación ambiental y proteger las valiosas montañas de Nepal, haciendo un llamado al sector privado para que colabore en futuras ediciones.
Nepal alberga ocho de los 14 picos más altos del mundo, todos ellos con una elevación superior a los 8,000 metros. El montañismo es una fuente significativa de ingresos para el país, atrayendo aproximadamente 1,500 escaladores anualmente, sin contar a los guías de montaña y porteadores.
Sin embargo, la afluencia de alpinistas deja una huella significativa en forma de residuos como bombonas vacías de oxígeno, restos de comida y excrementos. Además, desde que Edmund Hillary y Tenzing Norgay coronaron la cima del Everest en 1953, cerca de 300 montañeros han perdido la vida en sus laderas.
La reciente temporada de escalada de primavera concluyó con la muerte de seis montañistas y la desaparición de otros tres, a quienes se les da por fallecidos. Retirar cadáveres del Everest presenta desafíos significativos debido a los peligros de la alta montaña y el alto costo asociado, que puede oscilar entre 20,000 y 200,000 dólares.
El Ejército de Nepal planea continuar con estas campañas anuales, destacando la importancia de minimizar el impacto ambiental en las montañas y fomentar la colaboración para asegurar la limpieza y preservación de estos ecosistemas únicos. La tarea es ardua, pero la determinación de los involucrados es un paso crucial hacia un Everest más limpio y seguro para todos.