Nuestros Pequeños Hermanos dan el último adiós al Padre Felipe
La organización Nuestros Pequeños Hermanos informó este domingo sobre el lamentable fallecimiento del Padre Felipe, un hombre de fe y entrega cuyo amor incondicional transformó vidas.
Dedicado durante años a la atención de la niñez en situación vulnerable, el Padre Felipe fue mucho más que un sacerdote para los niños, niñas y jóvenes de la fundación; fue un padre, un mentor y un guía que les brindó no solo un hogar, sino también una razón para soñar y una alegría para sonreír.
Entre los mensajes de despedida destacan las memorias de quienes crecieron bajo su cuidado y ahora, como adultos, lo despiden con el corazón destrozado:
“Cuando llegué a la casa hogar a los 3 años, la figura paterna era el Padre Felipe. Recuerdo que en Navidad se vestía de Santa Claus, y nos sentábamos en sus piernas para pedir nuestro deseo y regalo con esa misma ilusión. También recuerdo los regalos en nuestras camas cada Navidad y cómo siempre estaba al pendiente de nosotros. Todos los lunes se colocaba en la salida de la escuela y del comedor para darnos un abrazo y bendecir nuestra semana”, compartió una exintegrante de la agrupación en redes sociales.
Su partida deja un legado de bondad y solidaridad que inspirará por siempre a quienes tuvieron la fortuna de conocerlo.
El Padre Felipe será despedido con una misa de cuerpo presente este lunes 4 de noviembre al mediodía en la Casa San Salvador, en el poblado de Miacatlán.
“El Padre Felipe dedicó su vida a cuidar, guiar y amar a los niños, niñas y jóvenes de nuestra gran familia. Su bondad y entrega serán recordadas siempre. En esta misa nos reuniremos en oración para acompañarlo en su partida hacia la casa del Señor”.
Puntualizó Nuestros Pequeños Hermanos a través de sus redes sociales.