La comunidad científica se encuentra sorprendida ante el descubrimiento de un fallo en la comprensión de la materia oscura, que cambia totalmente la forma en que se percibía su comportamiento; sin embargo, podría representar buenas noticias para el destino de la investigación del universo.
Este fin de semana, un grupo de científicos de la Universidad de Johns Hopkins y del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial en Baltimore, quienes realizan uno de los mayores estudios del universo, declararon que podríamos estar equivocados en la forma de comprender cómo actúa la energía oscura, esa extraña fuerza que acelera la expansión del universo.
“Es posible que sea la primera pista real que tengamos sobre la naturaleza de la energía oscura en 25 años”, dijo Adam Riess, astrónomo del Instituto de Ciencias en Baltimore.
Esta conclusión, declaró, podría acabar con una antigua y desalentadora predicción sobre el destino final del universo, pues hemos descubierto que esta energía puede cambiar su rumbo, hacerse más fuerte, más débil o incluso desaparecer; esto, de acuerdo a los expertos, revoluciona la forma en que pensamos que se expande el universo y cuándo llegará a su fin, ya que si su comportamiento fuera constante, llegaría un punto en el que el universo y sus elementos se pararían tanto entre sí, que se quedaría sin luz, llevándonos a un destino fatal.