El peso mexicano cayó un 1.2% este martes, cerrando en 18.1397 unidades por dólar. Esta depreciación lo colocó como la moneda con mayores pérdidas entre las principales divisas internacionales.
Por su parte, la Bolsa Mexicana de Valores también retrocedió, eliminando las ganancias obtenidas en la jornada anterior. Todo ello, impulsado por la creciente preocupación por las elecciones en Estados Unidos, principal socio comercial de nuestro país.
Los analistas atribuyen el desempeño débil del peso a la cautela de los inversores que esperan datos cruciales sobre el PIB y la inflación de EE.UU. esta semana.
En México, se anunciarán los datos quincenales de inflación el miércoles, lo que podría añadir más incertidumbre al mercado.
A pesar de que el lunes el peso se había apreciado un 0.61% tras la decisión del presidente estadounidense Joe Biden de retirarse de la carrera presidencial, cediendo su lugar a la vicepresidenta Kamala Harris, la incertidumbre global ha regresado a presionar los activos de riesgo.
Desde la aplastante victoria oficialista en las elecciones del 2 de junio, que permitió la aprobación de reformas constitucionales polémicas, el peso ha acumulado una pérdida del 6.9%. Se prevé que podría seguir debilitándose, con una posible depreciación del 3.5% adicional para finales de año, según una encuesta de Citibanamex.
En el ámbito bursátil, el índice accionario S&P/BMV IPC cayó un 0.55%, situándose en 53,707.74 puntos. Los títulos de Orbia lideraron el retroceso con una caída del 4.06%, seguidos por Industrias Peñoles, que descendieron un 3.53%.
En el mercado de deuda, los rendimientos de los Certificados de la Tesorería (Cetes) disminuyeron en la mayoría de sus plazos durante la subasta semanal de valores gubernamentales. La tasa del Cete a 28 días se colocó en un 10.87%, dos puntos base menos que en el remate anterior.