El pasado fin de semana, 8 cuerpos sin vida y con muestras de tortura fueron hallados en una camioneta frente al Colegio México, propiedad del gobernador Héctor Astudillo Flores, ubicado en Chilpancingo.
Entre las víctimas se encontraron seis hombres y dos mujeres, todas con huellas de tortura y uno de ellos trabajador de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Raúl Isidro Burgos.
Fueron “levantados” el pasado sábado en varios puntos del municipio de Tixtla, Guerrero.
Familiares decidieron que los cuerpos no se llevaran al Servicio Médico Forense, subiendo todos a un vehículo particular.
Sin velarnos, decidieron enterrarlos en otra comunidad, esto debido a las amenazas de la delincuencia organizada, quienes les indicaron que si los velaban en sus domicilios, podría haber consecuencias.
Seis de los hoy occisos pertenecían a una familia, uno más era pepenador y se encuentra aún sin identificar por sus familiares. La última víctima se trató de una estudiante de 25 años de edad, quien había acudido a visitar a su novio cuando fue secuestrada.