El estado de Morelos ocupa el lugar siete en México, en contar con el mayor número de habitantes en pobreza; del total de personas en esa condición, nueve mil son niños y adolescentes, que representa a un 59 %.
La cifra no ha podido reducirse en los últimos años, en 2016 la entidad ocupaba el lugar número 10 y ha seguido escalando. Estos datos incluyen también a los niños indígenas que son un 27 %, quienes registran con la peor tasa de apoyos y oportunidades.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), los pequeños que pertenecen al grupo de primera infancia, es decir de 0 a 6 años, tienen menos opciones de desarrollo.
Ricardo Antonio Bucio Mujica, Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA) en México, detalló que el 70 % de los infantes morelenses no cuentan con seguridad social.
“La pobreza infantil tiene un sentido de urgencia por varias razones, debido a que existe una alta probabilidad de que se vuelva permanente, que los niños que nacen pobres lo sean hasta su muerte y que eso ayude a que se reproduzca la pobreza inter generacionalmente, además de que las consecuencias que ocasiona la pobreza son irreversibles”.
Y es que destacó que el embarazo adolescente, de menores entre 15 a 17 años, se elevó en la entidad en los últimos cuatro años; tan solo en 2017 se reportaron dos mil 460 casos y el año pasado 3 mil nueve, lo que significó un aumento del 27 %.
Mientras que, en consumo de drogas, también se detectó un alza del 800 por ciento, registrada entre los años 2008 a 2016, al pasar del 0.7 por ciento de jóvenes entre 12 a 17 años con consumo de estupefacientes, al 6.6.
Sobre el panorama nacional, dijo que en México los niños de 0 a 6 años, que representan el 10 por ciento de la población total en el país, reciben menos oportunidades, pues tan solo se les destina el 0.6 por ciento del presupuesto del Producto Interno Bruto (PIB) en educación inicial, seguridad social y salud.
Destacó durante 2018 se elevó en 305 por ciento los abusos sexuales contra los menores en el país y durante ese mismo año se reportaron dos mil 908 homicidios contra infantes.