El “mosco negro” es popular por trasmitir la enfermedad de encefalitis equina, un virus que en humanos podría causar la muerte. Autoridades mexicanas han detectado su presencia en la península de Yucatán, que aunque ya se había detectado, su población ha aumentado.
Los síntomas de este virus no se detectan hasta 4 o 10 días después de haber sido infectado, y puede provocar la inflamación constante del cerebro, fuerte dolor de cabeza, escalofríos, fiebre y vómito. Lamentablemente no hay un tratamiento para combatirlo.
La única forma de contagio en humanos es a través de una picadura del mosco, el cual contrae la enfermedad al picar a aves o caballos que se encuentren infectados. La buena noticia es que no hay riesgo de contagio de humano a humano, o de animal a humano, únicamente a través del insecto.
Aunque no se han registrado casos de contagio, autoridades piden estar alerta para evitar una tragedia. Las recomendaciones a seguir son las mismas que con otros mosquitos: voltear contenedores donde se pueda acumular agua, limpiar patios, azoteas, y reportar cualquier lugar donde se pueda propagar