Puerto Vallarta, Jalisco, es una de las ciudades más gay friendly que existen en el mundo. Antes de la pandemia, miles de integrantes de la comunidad LGBTTTIQ de todo el mundo visitaban año con año este lugar y su gran oferta de playas, hoteles, restaurantes, sitios turísticos y por supuesto, sus centros nocturnos, generando millonarias ganancias para el municipio.
A pesar de esto, el estilo de vida conservador sigue presente en la comunidad vallartense, prueba de ello es la protesta que se ha suscitado en días recientes por parte de un párroco y su feligresía en contra de la apertura de un bar gay que se ubica justo frente a su iglesia.
El líder religioso local asegura que esto no se trata de un acto discriminatorio por ser un establecimiento dirigido a la comunidad gay, sin embargo, asegura que en los reglamentos municipales se establece que no se deben instalar establecimientos de este tipo a no más de 200 metros de escuelas, asilos y centros de culto.
“Yo les dije que el problema no era el ruido, aunque hay que señalar que una vez que se van las autoridades le suben al volumen, sino el giro que le estaban dando al lugar y que está frente al templo”.Presbítero Salazar González.
Fue este sábado pasado que se dio la inauguración del establecimiento, hecho que causó el enojo de los feligreses, quienes acudieron a las afueras del lugar con pancartas y pidieron a las autoridades el cierre definitivo del bar o bien, su estricto apego a los lineamientos, tal como que sirva como restaurante bar y no como antro.