De tez morena, alto y mirada contundente. El agente Enrique Camarena Salazar, mejor conocido como “Kiki” Camarena, nació en Mexicali, Baja California, el 26 de julio de 1947. Desde joven, tuvo interés por actividades relacionadas con la defensa y protección de la ciudadanía. Perteneció al cuerpo de Bomberos, fue bombero y policía, hasta que su vida cambió cuando en Calexico, California, después de pasar diferentes pruebas, fue seleccionado como miembro de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
La prueba no podía ser más complicada y a la vez interesante, a Camarena le asignaron vigilar de cerca al primer cártel instalado en México, el de Guadalajara, que comenzó a arraigarse a finales de los 70s. El grupo criminal tenía al mando a Miguel Ángel Félix Gallardo, con Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca “Don Neto” como brazos principales. Esa era la gente a la que “Kiki” se debía ganar si quería infiltrarse en la asociación, y lo logró.
Entonces, fingiendo ser miembro activo del Cártel de Guadalajara, “Kiki” Camarena empezó a pasar información a la DEA, situación muy arriesgada, pero de la que se encargó, en un inicio, sin mayor problema. Las cosas cambiaron cuando en 1984, después de estructurar todo un plan con la participación de Camarena como infiltrado, 450 soldados mexicanos destruyeron un campo con más de mil hectáreas de sembradíos de marihuana. La operación fue todo un éxito y Miguel Ángel Félix Gallardo fue el primero en reaccionar.
Consultando con Caro Quintero, descubrieron quién era el “traidor”, por lo que se especula que Quintero, en un ataque de rabia, mandó a “levantarlo” y asesinarlo. El 8 de febrero de 1985, Camarena fue secuestrado por presuntos policías. Ellos lo torturaron brutalmente, incluso se dice que tenían un doctor para reanimarlo cuando este se desmayara, para entonces poder seguir con el castigo. El hombre no resistió y falleció unas horas después.
La movilización para detener a los responsables fue casi inmediata. Estados Unidos presionó y “Don Neto” y Rafael Caro Quintero fueron aprehendidos. Más tarde, también atraparon a Félix Gallardo y a otro personaje, Rubén Zuno Arce, dueño de la casa en donde se llevó a cabo la tortura y que era ni más ni menos que el cuñado del expresidente de México, Luis Echeverría. El caso de “Kiki” Camarena se estaba cerrando y la justicia parecía haber sido inmediata.
Sin embargo, en 2013, la historia dio un giro brusco, ¿quién mató a “Kiki”? Tres exagentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) revelaron que Caro Quintero no era el autor del crimen. Resulta que Camarena había descubierto que funcionarios de Estados Unidos estaban directamente involucrados con el tráfico de drogas en México. Esto no le gustó al agente de la CIA, Félix Ismael Rodríguez. La revelación indicaba que es este sujeto quien torturó e incluso interrogó a Camarena para descubrir lo que sabía de la relación del país yanquí con el Cártel de Guadalajara. Incluso, existiría un audio de la tortura.
Ese año, Caro Quintero consiguió su libertad, aunque sería recapturado en 2022. Félix Ismael Rodríguez nunca pisó la cárcel, ahora tiene 82 años y ha sido condecorado por la CIA. Y de “Kiki” Camarena solo se recuerda su valentía y legado, que hasta hoy perdura.
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