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Se "pasaron de lanza" los de la CFE con Cuernavaca

La Dirección General de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que encabeza Manuel Bartlett, debería hacer una investigación interna para ver qué funcionario tomó la decisión de cortar la energía eléctrica a los pozos que abastecen de agua a una gran cantidad de colonias de Cuernavaca, lo que ha estado a punto de provocar un conflicto social en la capital morelense.

Y es que resulta muy extraña la actitud asumida por la CFE en los últimos días, cuando trató al Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC) como a cualquier usuario, y no como lo que es: el organismo encargado de proveer del vital líquido a la población, lo cual se considera un derecho humano.

Máxime cuando la actual administración es la que más ha pagado a la paraestatal: 110 millones de pesos en un año, según el reporte del Centro de Investigación “Morelos Rinde Cuentas”, contra 46 millones que pagó Antonio Villalobos en su último año de gobierno municipal.

Cauteloso como es su costumbre, el alcalde José Luis Urióstegui no contestó como debería, sino con un respetuoso comunicado en el que solamente se quejó de “un trato inadecuado” por parte de los directivos de CFE en Morelos.

En términos coloquiales “se pasaron de lanza” los de la CFE, y vamos a poner aquí los nombres: Adolfo Amador Salas Luevano, Graciela Ramírez Popoca; Miguel Domínguez Gómez y Esteban García Guzmán, aunque nos dicen que quien se comportó más ruda fue Graciela, y que el primero de los mencionados (de mayor jerarquía) fue más consiente y quien aceptó que se reconectaran los pozos.

No obstante, hasta ayer en la tarde las oficinas centrales de SAPAC no contaban con la energía eléctrica. ¿De quién fue la idea de cortarle la luz a las instalaciones donde despacha la directora del SAPAC y el coordinador administrativo? Eso habla muy mal de la CFE, o más bien de los funcionarios que manejan la paraestatal en Morelos.

No faltarán los mal pensados que consideren que Bartlett le hizo la travesura al Ayuntamiento de Cuernavaca por el simple hecho de ser panista. ¿Le harán lo mismo a los Ayuntamientos que preside Morena? o ¿Cuernavaca es el único moroso en todo el país?

Haya sido como haya sido, el comportamiento de la CFE le sirvió al gobierno de Urióstegui para recibir un espontáneo apoyo de sus gobernados. Ayudantes municipales de las principales colonias de la capital se organizaron, primero para evitar que los trabajadores de la paraestatal realizaran más cortes de luz en los pozos, y bloquearon las principales avenidas, pero no en contra del Ayuntamiento o el SAPAC, sino de la Comisión Federal de Electricidad.

Bien dice el dicho que lo que no tumba, fortalece.