En un hecho que marca el inicio de una nueva era en la que los cohetes podrán ser reutilizados, SpaceX logró recuperar el propulsor del megacohete Starship, denominado Super Heavy, después de un vuelo de prueba de casi nueve minutos.
El lanzamiento se llevó a cabo desde la base espacial Starbase, en Texas, y el retorno del propulsor marcó un avance significativo en la tecnología espacial.
El cohete, el más grande y potente del mundo, fue atrapado por unos brazos mecánicos apodados “los palillos”, instalados en la torre de lanzamiento.
Esta maniobra, preparada durante años por los ingenieros de SpaceX, busca facilitar la recuperación y reutilización del Super Heavy, reduciendo costos y aumentando la frecuencia de lanzamientos.
Elon Musk, fundador de SpaceX, tiene como objetivo utilizar Starship para misiones de exploración espacial, incluida la colonización de Marte.
Este avance también es observado de cerca por la NASA, que planea usar la nave para llevar astronautas a la Luna.
