Policías Municipales de Orizaba, Veracruz, recibieron un llamado anónimo sobre la presencia de una gran planta de cannabis en una calle de la ciudad.
Los elementos de seguridad se movilizaron al lugar donde encontraron la planta de dos metros de altura, la cual crecía en la acera frente a una casa.
Al tratarse de una planta que se utiliza para fabricar productos ilegales, los policías debían cortarla y confiscarla por mandato legal.
Sin embargo, los vecinos de la zona salieron a defender el cultivo de la planta, asegurando que uno de ellos la plantó y entre todos la cuidaban, regaban y podaban, en ocasiones aprovechando sus efectos psicoactivos de manera recreativa y hasta medicinal.
Ante la negativa de los uniformados que aseguraban debían llevársela, los vecinos decidieron rápidamente cortar las ramas de la planta y repartírsela entre todos, para evitar fuera confiscada.
Los policías accedieron a dejar que lo hicieran y pidieron a los vecinos cultivar este tipo de plantas dentro de sus domicilios y no en vía pública, ya que esto sí es ilegal,