Fue en una subasta de Londres, Inglaterra, donde se vendió la botella de whisky más cara del mundo por casi 1.5 millones de libras, es decir, cerca de 1.9 millones de dólares.
Esta bebida fue destilada hace más de 90 años, y de acuerdo con la casa de subastas, “es la última oportunidad para probar el Santo Grial de todos los whiskies”.
El Whisky escocés fue envejecido por 60 años en roble europeo en la localidad de Moray, al norte de aquel país, y es parte de la colección de 40 botellas de la marca Macallan.
La compra fue hecha por un coleccionista privado de origen asiático que participó vía telefónica, quien rompió récord mundial al superar el precio de 1.06 millones de dólares que se tenía registrado anteriormente.