Los tiempos de la política y los de la sociedad definitivamente son distintos, los tiempos de los políticos se ajustan a normatividades que no siempre responden a la realidad, muchos quisieran que las propuestas de los candidatos ganadores ya entren en acción, la verdad es que eso no ocurrirá, en el caso de la legislatura hasta el primero de septiembre y la gubernatura hasta el primero de octubre.
Los alcaldes lo harán hasta el primero de enero, en todo este tiempo los que repiten en el cargo ajustan a sus equipos y se preparan para un segundo periodo y los que perdieron siendo gobierno, están en el año "De Hidalgo", su intensión es no dejar nada al siguiente gobierno y de ser posible con una deuda que le impida gobernar, porque están convencidos que no importa la sociedad, sino sus intereses particulares.
Por lo pronto los funcionarios que ya fueron electos, deberían a comenzar a informarse del Estado en que dejan municipios y dependencias de la administración pública, pese a que la ley los obliga a ser transparentes en la realidad es que mucha de la información la ocultan y no se la dan a conocer a los nuevos alcaldes, muchos de ellos son recibidos con demandas laborales, por deudas y cobros de los acreedores situación que se ha vuelto cotidiana.
Esta legislatura nos deja muchas obligaciones financieras pendientes, una de ellas la Fiscalía de Morelos, cuyo titular en un colmo de cinismo solicitó un aumento de salario, la actual legislatura que se ha encargado de protegerlo se lo aprobó sin ninguna reserva y de ganar poco más de 80 mil pesos, ahora su sueldo estará por arriba de los 100 mil pesos mensuales.
Tal vez el mérito de un aumento no pueda ser entendido por nosotros los ciudadanos, porque no sentimos que el trabajo del Fiscal lo merezca, pero para los diputados seguramente hay los méritos suficientes para subirle el sueldo y posiblemente hasta jubilarlo en los próximos días.
Por Pedro Tonantzin.
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