La violencia del crimen organizado ha provocado el desplazamiento de 1,604 indígenas en la región de Tila, Chiapas, donde ataques perpetrados por un grupo armado han resultado en al menos dos muertos y varios heridos. La situación ha forzado a cientos de familias indígenas a huir, buscando refugio en localidades vecinas.
Según informó la Secretaría de Protección Civil de Chiapas, las personas desplazadas están recibiendo asistencia humanitaria que incluye alimentos básicos como maíz, frijol, arroz, azúcar, avena y agua potable, en línea con la Norma Oficial Mexicana para la Asistencia Social Alimentaria a Grupos de Riesgo NOM-014-SSA3-2013. La ayuda respeta también los usos y costumbres de las comunidades indígenas afectadas.
“La situación de desplazamiento es crítica, y estamos haciendo todo lo posible para brindar el apoyo necesario a estas familias que han perdido su hogar debido a la violencia”, expresó un representante de Protección Civil.
Víctor Gómez, un habitante de Tila, relató a la AP su dramática huida tras el intento de asesinato y la quema de su hogar. “Después de estar más de 72 horas bajo asedio, con casas quemadas y continuas intimidaciones, logramos escapar con lo poco que pudimos”, compartió Gómez. Según su relato, muchas personas se vieron obligadas a abandonar todas sus pertenencias y sus mascotas, dejando atrás un rastro de devastación.
Las autoridades judiciales confirmaron que los ataques han dejado al menos dos muertos y cinco heridos esta semana. En respuesta, el viernes se desplegaron 500 elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Estatal y la Fiscalía local.
El Comité de Derechos Humanos Digna Ochoa ha criticado la tardía respuesta de las autoridades, subrayando que los ataques, que incluían la quema de viviendas, comercios y vehículos, llevaban tres días antes de que se tomaran medidas concretas. Según las denuncias de los pobladores, los responsables son grupos armados locales que se dedican a la extorsión y al cobro de piso. Además, la región es conocida como una ruta para el tráfico de drogas, armas y migrantes, siendo utilizada por cárteles como el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
Esta noche, las autoridades estatales han confirmado el envío de 12.5 toneladas de ayuda humanitaria y se espera que el censo de desplazados se actualice continuamente para reflejar las necesidades cambiantes.