Zazacatla es una ciudad prehispánica Olmeca que fue construida durante el período Preclásico Medio, alrededor del año 800 antes de Cristo, de la cual, pocos conocen y saben que se encuentra ubicada a un costado de la autopista Cuernavaca-Chilpancingo en el municipio de Xochitepec, esto a metros de la caseta de cobro.
El descubrimiento
Cabe mencionar que durante la década de los 80, se reportó la existencia de una zona arqueológica en dicho lugar, sin embargo, las autoridades locales como federales no mostraron interés, por lo que no se llevó a cabo ninguna exploración.
Fue hasta junio del año 2006, cuando la arqueóloga, Giselle Canto Aguilar intervino e inició los trabajos de salvamento arqueológico de Zazacatla, esto derivado a la construcción de un estacionamiento en la zona, donde trabajadores se toparon con un muro antiguo.
Los hallazgos
Durante los trabajos de rescate que realizaron los arqueólogos Giselle Canto y Víctor Mauricio Castro, se lograron hallar restos de aproximadamente 12 individuos, además de varias piezas de cerámica, sin embargo, lo que destacó fue el descubrimiento de un templo olmeca y dos esculturas.
El basamento piramidal del templo fue construido con lajas de roca caliza y fueron unidas con una argamasa de lodo.
La mayoría de las lajas se colocaron en forma horizontal y en cada cierto tramo, tres lajas se encontraban puestas en diagonal, tanto hacia el lado derecho como al izquierdo, creándose al centro un nicho.
Dentro de los nichos se hallaron dos esculturas con rasgos característicos al dragón olmeca, deidad del período Preclásico Medio.
Dichas esculturas que son prácticamente iguales, tienen la forma de un individuo desnudo sentado con las piernas cruzadas, los brazos al frente y las manos colocadas sobre los tobillos, con el torso ligeramente inclinado hacia delante.
El rostro de estas figuras tienen labios gruesos con las comisuras hacia abajo, la nariz chata y cejas gruesas.
Canto Aguilar mencionó que los personajes podrían ser la representación de sacerdotes que llevaban máscaras con las fauces del jaguar, así como un tocado con las orejas del mismo felino.
Vestigios destruidos por obras modernas
Los arqueólogos determinaron que al parecer Zazacatla abarcó nueve mil 500 metros cuadrados, además, informaron que en menos de tres mil metros lograron hallar lo que quedaba del centro ceremonial.
Cabe señalar que para ese entonces, gran parte de dicha zona arqueológica ya había sido destruida, esto durante la construcción de la autopista y más adelante, por los fraccionamientos, gasolineras y la plaza comercial.
Eduardo López Calzada, exdirector del Centro INAH-Morelos, calificó el descubrimiento como único en el Estado, sin embargo, nunca se le dio la importancia debida y muestra de ello, es que en la actualidad la zona se encuentra abandonada y muy pocos saben de la misma.